martes, 24 de diciembre de 2013

BARRANQUILLA ¿LA CIUDAD MÁS FELIZ DEL MUNDO ?




Añoramos épocas pasadas, y soñamos una
Barranquilla que perdimos sin remedio

Por Jaime Lustgarten

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Que pensarán los turistas que nos visitan en Barranquilla para esta época del año cuando ven nuestras calles inundadas de jóvenes y niños limpiando parabrisas por unas pocas monedas. Cuando ven mujeres con infantes en brazos mendigando por sus calles y frente a los semáforos hasta altas horas de la noche o a pleno sol. Cuando el contraste de las luces de navidad golpea por la abundante pobreza y miseria de nuestra urbe.



Que podrán pensar cuando ven una ciudad amarilla, inundada de taxis que recorren diariamente sus vías pero creando un caos en la movilidad.  Y la pregunta más importante debería ser que pensaran las autoridades,  la alcaldesa, o el director de movilidad, que para  hacer un estudio obligatorio por ley,   un  censo de taxis,  debió intervenir un juzgado y salir una condena por desacato a una orden judicial. Lo cierto es que con el nuevo POT se densifica más la ciudad y crecen los problemas que no hemos podido resolver,  por eso me pregunto: ¿que pensará el barranquillero común y corriente que ve cada día más difícil y complicado desplazarse de un lugar a otro?

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Cartagena, una ciudad colombiana turística por excelencia, se preocupa en ser una tacita de plata. Pero como Barranquilla no vive del turismo, parece que nos preocupáramos menos. La verdad sea dicha, nuestra ciudad se ve un poco mejor, hay signos de desarrollo, pero estamos realmente en pañales si nos comparamos con Medellín, o incluso con Bucaramanga o Pereira,  que son ciudades mucho más acogedoras.  Tal vez lo que pasa es que la mayoría de los barranquilleros no salen de su ciudad, algunos de vaina lo hacen para ir a Puerto Colombia o a Salgar para tomar unos baños de mar,  entonces no conocen mejor.



Barranquilla es una ciudad de contrastes,  rica pero llena de pobres. Aun subsisten sus tugurios  en pleno siglo XXI.  Y digo rica, pues la riqueza acá no se mide de la misma manera que en otras regiones. Los barranquilleros somos alegres y descompilados y nuestra idiosincrasia nos ha permitido hasta hace poco ser un remanso de paz, pero eso quedó en el pasado. Hoy tenemos una inseguridad galopante y endémica. Nos auto llamamos bacanes, y creíamos ser la ciudad más tranquila del país.  Nuestra mayor riqueza es la espontanea alegría que llena nuestras vidas y que hace que algunos políticos hábiles, abusando de nuestra forma de ser digan que por algo esta es la ciudad más feliz del planeta.  Pero extrañamos en estos nuevos tiempos las épocas en que las bicicletas y triciclos de nuestros hijos podían dormir en el antejardín,  cuando nadie se robaba una bombilla o la manguera que podía pernoctar en el patio a la intemperie sin peligro alguno. Hoy la gente no quiere ni regar por el alto costo del agua. Recuerdo cuando aquí la honestidad y el buen nombre significaban algo. ¿Entonces  qué tanto hemos avanzado?

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Resulta ser que esa caracterización nos llevo a crear una gran carnaval, una fiesta colectiva,  alegre y divertida que aglutina a todos, sin distingo de raza, fortuna, o de condición social o religión.  Somos tan divertidos que nos disfrazamos con o sin disfraz, y si no hay la plata para compra uno lo inventamos;  y por ellos bailamos todos los ritmos, y muchas veces hasta que amanece. La alegría es la mayor riqueza del barranquillero, pero al mismo tiempo es su gran defecto. Somos tan alegres que para seguir felices nos dejamos engañar por nuestros políticos, quienes por muchos años hicieron del carnaval su empresa privada. Lo digo pues termina la navidad y el carnaval despierta como por inercia. Resucita Joselito, y la gente solo piensa en divertirse.



Todo esto pasa mientras la ciudad crece o adormece en el acostumbrado desorden, en un caos institucional, y se descuida cuando los planes de ordenamiento no se socializan adecuadamente, ni se hacen de la mano de las comunidades. Entonces  en vez de ordenar la ciudad se crea un caos, todo beneficiando intereses particulares que se sobreponen a los colectivos.  Añoramos el civismo de otras épocas perdido en la penumbra de nuestra historia.  Solamente importa el lucro de los contratistas y de una clase política irresponsable e indolente. Entonces decimos: el sol no brilla para todos, ni florecen las cayenas, sino solamente para algunos socios de clubes del norte con sus altas esferas de poder. MERECEMOS MEJOR, pensamos, pero no hacemos mérito para cambiar. Entonces añoramos épocas pasadas y soñamos una Barranquilla que perdimos sin remedio. Esa ciudad que nuestros mayores conceptuaban como el mejor vividero del mundo ya dejó de existir.

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Y SEGÚN EL DIARIO EL HERALDO APROXIMADAMENTE EL 85% DE LOS BARRANQUILLEROS DICEN "VIVIR FELICES"

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"EL CAMINO SE HACE AL ANDAR"

sábado, 21 de diciembre de 2013

SAMUEL ARANGO NOS RECOMIENDA QUE PRACTIQUEMOS EL ( M.I.U.C.) “IMPORTACULISMO”


SAMUEL ARANGO NOS RECOMIENDA QUE PRACTIQUEMOS EL

( M.I.U.C.) “IMPORTACULISMO”

Hola:

Algo que todos practicamos y que nadie sabía como se llamaba:

El "IMPORTACULISMO": EXCELENTE VISIÓN DE ALGO QUE YA HACEMOS.

            

Samuel Arango M. Soy escritor, fotógrafo, periodista y abuelo. En este sitio comparto mi visión sobre el mundo, mi país, la vida, el hombre, los medios y otros temas cotidianos.  

LA HORA DE DESAPRENDER

Por SAMUEL ARANGO M. | Publicado el 8 de octubre de 2012 - El Colombiano

Los hombres maduros de ahora hemos llegado a una edad maravillosa en la que emprendemos el camino del desaprendizaje. 

Fuimos criados con la creencia de que debíamos ser los mejores en todo: mejores estudiantes, mejores esposos, mejores profesionales, mejores padres, etc.

Fuimos educados con la creencia de que TODO es pecado. 

Ha llegado la hora del desaprendizaje o lo que mi hija llama graciosamente el importaculismo. ("Todo me importa un culo").

Ha llegado la hora de decir NO en muchas ocasiones, de mandar al carajo los compromisos y las obligaciones.

Pasó la hora de las responsabilidades desvelantes. 

Ahora nos gusta estar solos, disfrutar buenasconversaciones con gente que no nos insulta y que cree lo mismo que nosotros o que no le importa que opinemos diferente. 

Es la hora de hablar de todo sin necesidad de sostenerlo como medio de defensa.

Es hora de ver películas, de estar en una finca durante la semana, de leer, de escuchar, de sonreír y de burlarse de la mayoría de los mortales que viven pendientes de las pendejadas.

Nosotros demostramos que las responsabilidades fueron bien atendidas por nosotros, que hicimos las cosas lo mejor posible, que dejamos huellas, que somos buenas personas. 

Lo que nos queda de vida es para nosotros, para disfrutar, para cumplir el mandamiento divino de amarnos a nosotros mismos. Por eso vamos a hacer lo que nos da la gana. Viajar al máximo, tomando café con amigos y amigas, conversando con todo el que nos encontremos.

Ya pasó la época de los roles. Lo que fuimos, fuimos, ahora somos para nosotros mismos sin tener que rendir cuentas a nadie. Los demás seguirán su camino de responsabilidades y de afanes, de preocupaciones y nerviosismos. 

Nosotros ahora estamos por encima del bien y del mal. Vamos a museos, asistimos a conferencias y si no nos gusta nos salimos sin que nos importe, redescubrimos al Quijote y a Fernando González. 

Ahora asistimos con mayor frecuencia a entierros y nos damos cuenta de que se aproxima el nuestro, pero estamos preparados, pues al fin y al cabo vivir es mortal. 

Dios es para nosotros una profunda experiencia interior, lejos de mitos, ritos, limosnas y pecados sin fin. Es la hora de empezar a relajarnos y de conversar largas horas con Dios, que es el único que permanece siempre, ahora y después de que abandonemos la nave del cuerpo. 

Nos rodean pocos seres a quienes amamos profundamente y que seguirán viviendo sus propias experiencias, estemos nosotros o no.

Mandaremos para donde sabemos a la gente que nos molesta, la tóxica. Quienes nos buscan sin egoísmos van a encontrar una sonrisa, una mirada tierna y comprensiva, un consejo acertado o no, afecto. 

Somos ahora sí libres de ataduras, de prejuicios, de creencias. 

Somos libres si no le tememos ni a la vida ni a la muerte.

¡ESTE SEÑOR TENÍA RAZÓN!


Harold Schlumberg

“Muchos me preguntan, qué hacen las personas después de jubilados?”

"Bueno, yo tengo la suerte de ser graduado en ingeniería química y una de las cosas que más me gusta hacer es transformar cervezas, vinos y otras bebidas alcohólicas...
en orina, y me lo paso de puta madre..." 

 

 

 

 

domingo, 8 de diciembre de 2013

Barranquilla global y capital del TLC ¿Y los arroyos criminales qué?

ExtraNoticias.com.co

Domingo, 22 Septiembre 2013 19:29

Barranquilla global y capital del TLC ¿Y los arroyos criminales qué?

Por  Roberto Rosanía

(Comunicador SOCIAL U. Jorge Tadeo. Especializado en Gerencia Pública y Asuntos de Gobierno, Régimen Subsidiado y columnista del diario La Libertad)

 

Yo quisiera contagiarme de la alegría y jolgorio en el discurso de la alcaldesa Elsa Margarita Noguera cuando dice a los cuatro vientos que nuestra Barranquilla es global y capital del TLC. Si es cierto que nuestra ciudad ha cambiado y muchas obras magnas le han transformado a algunas partes de la cara y la empujan por la autopista del progreso y desarrollo. Pero también es muy cierto que nos faltan muchas cosas para estar a nivel de Medellín o Bogotá.Tenemos bastante atraso y pobreza a flor de piel y eso no podemos esconderlo o taparlo como por arte de magia en un discurso alegrón y bullanguero.

 

Tenemos una Barranquilla africanizada y con 800 mil almas en el sur con hambre, sin empleos y la mayoría de ellos con trabajos informales. Y otros con el agua al cuello producto de los ríos peligrosos en que se convirtieron los arroyos.Gente que vive con 2 mil pesospara comer con un cuadro de hijos todo el día.

Tenemos más de 5 mil pandillas de jóvenes y niños desde los 10 años hacia arriba que atracan y provocan riñas y muertes los fines de semana como lo registran las estadísticas de las autoridades policivas.

 

Antes, cuando caía un torrencial aguacero en La Arenosa todo era motivo de alegría y regocijo para los que jugábamos fútbol con cualquier bola de caucho, y la mujeres salían a extasiarse y mostrar sus torneadas y bellas piernas o a practicar el voleibol en plena vía pública sin temor a que apareciesen las aguas turbulentas de los temibles y criminales arroyos que invaden las principales avenidas y calles de hoy.

 

La problemática de los arroyos prácticamente nace con la misma ciudad en las estribaciones de La Loma donde ya a principios del siglo XX se presentaban unos arroyos que amenazaban ya el caserío de Barrancas de San Nicolás. Desde esa época nuestra dirigencia y administradores de Barranquilla ya tenían el "chicharrón" de esta situación que se reflejaba en esos tiempos remotos. El problema agudos de la ciudad comenzaron a crecer y a complicarse por allá por el año 1957, cuando una firma experta en ingeniería hidráulica presentó una solución de fondo para solucionar de un dos por tres los arroyos que ya comenzaban a sacar los dientes inundando el comercio, los edificios y almacenes del centro de la ciudad.

 

En ese mismo año la firma extranjera, Town Planning Callabotive presentó el ambicioso y Primer Plan Regulador de la Ciudad para reorganizar y solucionar de manera definitiva el complejo problema del desbordamiento de los arroyos y por ende esta iniciativa tocaba con la salida al incipiente tema del espacio público, con base en la ley  88 de 1.947, que buscaba reorganizar todo el espacio físico y evitar en lo sucesivo el caos urbano que ya se asomaba en esos momentos en el centro de nuestra ciudad. En ese momento la clase politiqueara incrustada en los grandes puestos burocráticas de la ciudad comenzó a timonear los proyectos si les convenía a ellos o no, si le dejaba votos y puestos para robustecer su empresa clientelista.

 

El proyecto que iba bien intencionado para sacar a la ciudad de esa problemática no tuvo eco en la dirigencia política de ese momento y lo metieron en el congelador para siempre porqueno había repartición de mermelada para poder meterle el diente.

A partir de ahí comenzó el vía crucis de lo que hoy estamos sufriendo la ciudadanía barranquillera con unos arroyos que son unos ríos caudalosos con velocidades hasta de 45 kilómetros por hora con tendencia a aumentar y que pueden socavar pavimentos, verjas, cimientos y fachadas de edificios, almacenes, arrastrar carros y llevarse seres humanos que no alcanzan a huir de las garras de estos poderosos ríos peligrosos que se toman las calles y avenidas más importantes de esta urbe.

 

¿Hoy qué tenemos en La Arenosa? ¿Cuáles fueron las consecuencias de esa politiquería que apareció en los años 57 y comenzó a mostrar sus colmillos venenosos?

Crecimiento sin planificación y a la topa tolondra. Una topografía poco favorable para nuestra urbe. Las condiciones pluviométricas. Las características de los suelos. La falta de inversión en la canalización de los arroyos y la no construcción del alcantarillado pluvial. Una dirigencia que nunca se preocupó por instrumentalizar ni siquiera con el gobierno nacional la problemática de los arroyos y el espacio público del centro que ya cuenta con unos 35 milvendedores estacionarios que están apostados a lo largo y ancho del centro histórico de Barranquilla y sus habitantes con el agua al cuello producto de una falta de planificación enorme que está cobrando muchas vidas humanas y se convierte en un dantesco espectáculos para propios y extraños.

 

La alcaldesa Elsa Noguera ha planteado con su gobierno y nos ha vendido la idea de: "Barranquilla global y capital del TLC", resaltamos su entusiasmo y enjundia pero para alcanzar ese estatus tenemos que resolver unos inmensos traumas que enredan a la ciudad en un marasmo y la limitan en su desarrollo. No contamos con un puerto competitivo.

¿En que quedó por ejemplo, la construcción del superpuerto de Aguas Profundas, que generaría unos 80 mil empleos directos y más de 50 mil indirectos?

Y se convertiría en el mejor puerto de Sudamérica. Todo esto está en borrador a pesar del lenguaje optimista y alegre de nuestra mandataria.

 

¿Qué va a pasar con el espinoso y traumático tema del espacio público donde hoy se encuentran más 48 mil vendedores estacionariosque ocupan de lado y lado y hasta la mitad de las calzadas del centro de la ciudad? Y si las administraciones no abren los ojos esta problemática se riega como la verdolaga por todos los rincones de la urbe ante la ausencia de unas políticas claras y falta de autoridad de los gobiernos de turno.

 

Si nos planteamos ser la capital del TLC, cómo es posible  tener las calles llenas de huecos y de cráteres tanto en el norte como del sur y basuras en los andenes dando un aspecto de pueblo grande y atrasado. Tanto en las sedes de la alcaldía del Paseo Bolívar, y la sede alcaldía vieja y la Gobernación del Atlántico en las tardes y fines de semana son centro de operación de los vendedores estacionarios quienes expenden sus productos comobocachicos, plátanos, zapatos, platos típicos como sopas y arroces de la cocina costeña, ropa y guindan toallas en las rejas de estas edificaciones para atraer compradores de toda la Región Caribe que visitan regularmente el centro histórico.

 

La Misión Japonesa en el año 1987 presentó un ambicioso proyecto de solución al caótico problema de los arroyos y un Plan Maestro de Movilidad que causó mucha receptividad por lo expertos que son los nipones en este tipo de proyectos de gran envergadura y por su solidez tecnológica y el desarrollo que los caracteriza a nivel mundial. Los burócratas y dirigentes criollos se hicieron los de la vista gorda y miraron para otro lado como si no hubiese sido con ellos. En esa época la solución no llegaba a los 3 mil millones de pesos hoy sale por el ojo de una cara. La administración de Alejandro Char trajo a unos representantes del Banco Mundial que fueron atendidos por él y por su secretaria de hacienda y hoy alcaldesa Elsa Margarita Noguera y le presentaron un proyecto para solucionar los arroyos de la ciudad, pero yo nunca lo vi, no lo manoseé pero tenía un valor cercano a los 1.3 billones de pesos. ¿A propósito, cuál fue el paradero y destino de este proyecto fugaz y extraño del exalcalde Char?

 

Nadie le paró bolas a los nipones expertos en la materia y mucho menos los burócratas de ese entonces y a precio de hoy la solución de los arroyos cuesta más de 2 billones de pesos y cada día aumenta la velocidad que en estos momentos está en 45 kilómetros por hora y que puede aumentar la tragedia y el pánico que vivimos los curramberos cuando vemos el cielo encapotado.

Hoy contamos con un puerto enclavado en un río como el Magdalena que no tiene los calados suficientes para embarcaciones internacionales de gran tecnología y carga que tiene serias dificultades para entrar a nuestro puerto.

¿Qué pasó con el puerto de aguas profundas que íbamos a construir en el mar?

 ¿Y qué nos prometía unos 80 mil empleos directos y unos 50 mil indirectos para nuestra gente desempleada?

¿Barranquilla si puede competir con ese puerto con pocos calados y teniendo el inmenso Mar Caribe en nuestras narices?

Yo no creo en ese puerto sobre el Magdalena. Me da mucha pena. 

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La alcaldesa, Doña Elsa Noguera, erró de profesión. 

Es una estupenda y excelente PUBLICISTA.

En lo que sí es toda una experta a morir es en ponerle sobrenombres a Barranquilla, en acaparar pantalla de TV y  hablar más que un perdido cuando aparece.

Ha convertido a Barranquilla en CAPITAL, AMERICANA Y MUNDIAL, de un montonón de vainas.

Con retórica y palabrería se construyen infinitud de "castillos...en el aire".

¿Dónde están sus grandes obras públicas?

Si vamos al “Centro Histórico”, TODO SIGUE…IGUAL. Calles, Carreras y Andenes invadidos hasta el tope por vendedores estacionarios y los indigentes echados de la Zona Cachacal.

 Si nos referimos a la ahora llamada…MOVILIDAD, los TRANCONES son cada vez mayores y mayores, debido a que por las mismas calles y carreras de siempre circulan MÁS Y MÁS taxis, automóviles particulares, buses urbanos, motos, camiones, camionetas, carretillas y carros de mula.

Para pensar un poco los colombianos


Una fácil radiografía del pensamiento colombiano.