domingo, 19 de julio de 2015

Una ida al Rodadero

Bueno recordando viejos tiempo de niño que le ir al Rodadero era una experiencia bien buena, diversión, playa, brisa, mar y el buen almuerzo en un restaurante en la bahía del Rodacho como muchos lo llaman, pasó a la historia, el llegar a buscar un sitio aquí al menos pa coger el sol que es gratis, es un poco enredado, ya no hay casi espacio, porque todos el personal que coloca unas carpas se han tomado la playa entera, y ahora te alquilan una silla rimax, que viene saliendo la mejor opción acompañado de una popular estera, el problema no radica mucho en esa parte, bueno uno viene a buscar sol y mar, pero es que hay una bandada de vendedores ambulantes, pero la verdad es que pasan unos cinco por minuto, encima hay una zona de unas palmeras que mucha gente se apiña en esa parte a tomar alcohol, llevan unos equipos de sonido portables y mejor dicho al mejor estilo de una cantina del centro de la ciudad, vaya que esto no es solamente de barranquilleros que venimos a esta zona,  iene una inundación de cachacos, y bien odo el mundo tiene derecho a disfrutar de la playa, pero hágame el favor de tener un poco de cultura ciudadana, mucha basura, mal comportamiento, gente que lleva a los niños en calzoncillos ( como va a ser eso) mujeres con poca dignidad y se ponen atuendos para bañarse que como que no tienen familia que les diga, ni se te ocurra meterte al mar así.
Bueno y ya estando ahí que más toca, hacerte el de las gafas y mirar pal cielo, o pal cerro que tiene un paisaje agradable y pasar por alto esas cosas y no dejar que te afecten, disfrutar el momento, pero imagínate que si entras al agua y miras hacia los lados, te vas a recordar aquella tra cómica del tiempo "donde está Javier " que vaina más parecida, por no decir que ha sido la inspiración ( claro está proyectada, porque cuando se inventaron esto, el Rodadero era un paraíso).


La verdad es que toca adaptarse al ambiente, o irse, pero ya estábamos metidos y ajá quedémonos y tengamos la experiencia, para notar el cambio tan brusco de este destino turístico, que ya no es nada apetecible para los que hace más de 15 años lo disfrutamos.
Por otra parte, toda esa gente que formaba parte de los habitantes del Rodadero decidieron emigrar buscando un mejor lugar para vivir y no estar en medio de una constante parranda, que los cristianos que viven en este sitio, les toca aguantar por la juergas que arman los visitantes, en su mayoría del interior del país, ( nojoda y después los corronchos venimos siendo nosotros).
Así que gente, la próxima vez será, para un buen almuerzo donde Chucho ( restaurante típico ) o para de paso un café en Juan Valdez.
Ahora entiendo porque mija gente que conozco vienen es a el sitio llamado Pozos colorados ( un poco antes del Rodadero ) o a otros sitios más privados, para no contaminar visual y auditivamente nuestro cerebro.
Un abrazo y busquemos un nuevo destino.