martes, 25 de septiembre de 2012
Una Barranquilla dañada ! ! !
Una Barranquilla dañada
Aquí, lo que "florece" es la corruptela, la componenda, el..."cómo voy yo ahí".
Lo peor y más preocupante es el silencio y la indiferencia de los buenos; el "laissez fair laissez passer": dejar hacer y dejar pasar.
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SIC anula las elecciones de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio
La Superintendencia de Industria y Comercio habría resuelto ayer las impugnaciones de las elecciones de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio de Barranquilla.
Edificio de la Camara de Comercio de Barranquilla
Se acabaron los límites
25 de Septiembre de 2012 - 12:02 am
CECILIA LOPEZ MONTAÑO
Cuando ya se había aceptado como parte del panorama de la Región Caribe que su clase política se destacaba por sus altos niveles de corrupción, por sus innegables vínculos con el paramilitarismo y con el clientelismo, ahora se tiene que agregar algo muy doloroso: un sector del empresariado que no solo no denunció estos vicios sino que se contaminó.
Era lo único que nos faltaba para quedar catalogados como una sociedad sin límites, en un país marcado por la corrupción. Esto es peor, o por lo menos tan grave, como el otro pecado que tenemos: ser departamentos no solo con altos índices de pobreza sino profundamente desiguales en términos de distribución de ingresos, con clases medias muy reducidas.
Lo que se viene cocinando desde hace un tiempo en la Cámara de Comercio ha sido objeto de muchas críticas, varias columnas de opinión, y hace pocos días, objeto de un duro editorial de EL HERALDO. Mentiras, vínculos de empresas inexistentes, votos de alguna manera comprados al mejor estilo de cualquier político costeño vienen caracterizando las elecciones de juntas directivas de esta entidad, en otros tiempos sello de un mundo empresarial modelo.
Se creyó que una vez denunciadas todas estas anomalías, además de los cuestionamientos que se le hicieron al director anterior, enderezarían la entidad. Pero, ¡oh sorpresa!, la situación empeoró y actualmente la Cámara de Comercio de Barranquilla figura entre los serios problemas que tiene que ayudar a resolver la Superintendencia de Industria y Comercio. Tanto que nos quejamos del centralismo, pero como no somos capaces de cuestionarnos a tiempo, tenemos que acudir a las entidades nacionales para que le pongan límites a nuestra gente. ¡Qué vergüenza!
¿Qué tanto de nuestro empresariado está vinculado de una manera u otra a la crisis de la Cámara de Comercio de Barranquilla? Tiene que haber excepciones porque algunos de nuestros empresarios tienen un alto reconocimiento nacional por buenos, no por malos. ¿Son una pequeña minoría frente a aquellos que han distorsionado la naturaleza de la entidad? O, como sucede no solo en Barranquilla sino en toda Colombia, ¿la solidaridad de clase es superior a cualquier otra solidaridad, incluyendo aquella que se debe tener con su ciudad? Si esta última hipótesis fuera verdad, la responsabilidad es de todo el ‘establecimiento’ barranquillero.
Algo que Colombia tiene que recuperar, pero sobre todo la Región Caribe, es el control social. No más chismes de corredor sino mecanismos claros de análisis sobre situaciones inaceptables, no solo en el sector público que, no obstante tener los ojos encima, sigue siendo un foco de despilfarro, sino del sector privado.
Las Cámaras de Comercio, las Cajas de Compensación Familiar como las EPS en salud tienen que entender que manejan recursos públicos que salen de los bolsillos de los colombianos que pagamos impuestos. Por consiguiente, en su administración tienen que seguir las normas establecidas por el Estado, y no usarlos como si fueran sus recursos propios. Nadie les ha hecho ver claramente esa diferencia y por eso se han presentado abusos que incomprensiblemente no acaban con personas en la cárcel.
El caso de SaludCoop es el mejor ejemplo de semejante aberración.
Todos tenemos límites impuestos por principios ciudadanos que frenan la avaricia, la insolidaridad, la falta de transparencia. Cuando esos límites se pierden, la sociedad se vuelve un caos, y si eso pasa con el empresariado, apaguen y vámonos. Una Cámara de Comercio, que además tenga mujeres no barriendo sino administrando, puede ser un buen principio.
Por Cecilia López Montaño
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John Fitzgerald Kennedy dijo, al asumir la presidencia de los Estados Unidos de Norteamérica:
"No preguntes qué puede hacer tu país por tí sino qué puedes hacer tú... por tu país".
¿Qué puedes hacer tú...por esta Barranquilla en manos de tantos inescrupulosos y de tantos depredadores?
En manos de estas especies...
CAIMAN
GOLERO (Buitre)
Z O R R O
LOBO
HIENA
Pero también es cierto que no hay a quienes elegir para la cosa pública, pues la poca gente de bien que hay no quiere meterse en ese cuento.
Nicolas Adam M.
Barranquilla, 25 de septiembre de 2012
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