COLUMNA DE OPINIÓN 05 de Julio de 2013 - 09:47 pm
¿Barranquilla florece?
Una de las características de las comunidades civilizadas es el respeto que tienen sus ciudadanos por las normas de sana convivencia. Hago énfasis en lo de civilizadas, porque no es la riqueza material la que incide en que sus habitantes se comporten como personas sino el cumplimiento de la sentencia bíblica de “No hacer a otros lo que no quieras que hagan contigo”. Esto permite convivir en armonía cosa diferente de lo que sucede en las ciudades en las que rige la ley de “bobo el último”.
Para contrarrestar esta tendencia humana que arranca desde cuando nuestros primeros padres fueron expulsados del paraíso por egoístas al querer comer del fruto del “todo pa mí y nada pa ti”, poco a poco sus descendientes se han ido convenciendo de que cumpliendo las reglas en las que prime el bien común, la vida será menos azarosa.
Desafortunadamente, esto no está ocurriendo en Barranquilla en donde cada vez con más frecuencia florece el caos y el ‘importaculismo’ ante la indiferencia de las autoridades.
La acelerada tendencia para convertir nuestra flamante capital de los TLC en sucursal de los arrabales de Calcuta está adquiriendo connotaciones dantescas a pesar de los bien intencionados esfuerzos de nuestros mandatarios por maquillar áreas de la ciudad como la Plaza de la Paz, San Nicolás, Paseo Bolívar y algunos parques, esfuerzos que si no se acompañan concampañas de educación y aplicación de la ley, no tendrán futuro.
Traigo esto a colación ya que el civismo que en épocas pasadas hicieron de Barranquilla ejemplo nacional, está languideciendo ante el mal ejemplo que da la permisividad de nuestras autoridades a la violación de las más elementales reglas de educación y la ‘pasada por el forro’de decretos oficiales. Este proceder en caso de no corregirse, hará en pocos años invivible nuestra otrora Puerta de Oro.
Desafortunadamente para lograr que prospere un urgente proceso de educación ciudadana, para nada contribuye el comportamiento de quienes se supone deben dar ejemplo de cultura y buen proceder. En efecto no hay mejor invitación al relajo colectivo que la displicencia con que nuestros concejales ocupan con sus vehículos áreas prohibidas para estacionar en los alrededores de la Alcaldía. ¿Cómo se puede pedir que los ciudadanos respeten los avisos de No Estacionar, cuando también en templos e iglesias los piadosos feligreses partidarios de la teoría de “A Dios rogando y con el mazo dando” mientras rezan y se arrepienten de sus pecados con estruendosos cánticos, invaden descaradamente el espacio público? ¿Qué clase de mensaje recibe la ciudadanía al ver cómo vendedores de repuestos de carros, reparan en plena cra 38 vehículos obstruyendo el tráfico ante la indiferencia de agentes de tránsito?
¿A qué autoridad habrá que acudir para evitar que en los alrededores de Villa Country (estrato 6?) en donde tiene sede un flamante CAI se irrespetan los avisos de No Estacionar, se tugurice el Parque Parrish hoy convertido en lavadero de carros y defecadero público o a que se impida que los jardines del bulevar de la calle 78 sean utilizados con la permisividad de las autoridades de tránsito como estacionaderos de carros?
De continuar esta maligna tendencia lo único que florecerá en Barranquilla será el caos, la anarquía y la ley del más vivo.
Por Rodrigo Fuenmayor
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¿Qué dirán de esto los ilustres del Comité de Aplausos de la alcaldesa Noguera y su combo
de secretarios?
Así es hoy....
La PUERTA DE ORO DE LAS AMÉRICAS
La CAPITAL AMERICANA DE LA CULTURA
La CAPITAL DE LOS TLC
La CIUDAD RIO
La CIUDAD REGIÓN
Y ¿qué floridos epítetos le acomodarán al Sr. Rodrigo Fuenmayor?
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